Índice
de contenidos
EL RECORRIDO DEL LABERINTO
Introducción……………………...............pág. 13
Capítulo
I…………………………………….. pág. 14
El ser humano
Estímulo.
Máquina Humana.
Respuesta.
Capítulo
II……………………………………..pág. 19
Tipos de estímulos.
Estímulo intrauterino.
Estímulo ordinario.
Estímulo cósmico.
Capítulo
III…………………………………….pág. 33
Composición de la
máquina humana.
Cuerpo físico.
Conciencia.
Mente.
Karma.
Capítulo IV…………………………………….pág. 64
Tipos de respuesta.
Imagen.
Rol.
Yo.
Conciencia de sí.
Sí mismo.
Respuesta visceral.
Respuesta objetiva.
Respuesta
estructurada.
Capítulo V…………………………………… pág.79
Relación entre sentidos
y tipos de memoria.
Capítulo
VI……………………………………pág. 83
Relación entre niveles
de conciencia y estímulos.
Atención y niveles de conciencia.
Capítulo VII…………………………….. ……pág. 87
Proceso de sensación
y proceso de pensamiento.
Capítulo
VIII…………………………………..pág, 91
Relación entre sentidos
y tipos de estímulos.
Capítulo
IX…………………………………….pág. 93
Relación entre niveles
y estados de conciencia.
Capítulo
X……………………………………..pág. 101
La noción de espacio.
Tipos
de espacio (físico, virtual y real).
La
noción de tiempos de conciencia (pasado,
presente y futuro).
Capítulo XI…………………………………….pág.107
Espacios
y tiempos de conciencia.
Capítulo XII……………………………………pág. 109
Imágenes,
espacio y tiempo.
Capítulo XIII…………………………………...pág.113
Camino
del estímulo general de origen cósmico.
Añadiendo,
tipos de estimulo y tipos de sentido.
Tipos de memoria, sensaciones y
pensamientos.
Sistema
nervioso central, imágenes internas, sensaciones de respuesta e impulsos de
respuesta.
Sistema
nervioso vegetativo (inserción de estímulo embrionario). SNC (sentidos
externos, estímulo de la vida ordinaria) imágenes internas.
Anclaje
geométrico de la imagen.
Percepción,
apercepción, evocación y reminiscencia.
Tiempo, espacio, voluntad, ejecución de acto,
intencionalidad, motivación, hacer y decir.
Test de autoconocimiento………………….pág.133
Índice de contenidos
EL RECORRIDO DEL LABERINTO
INTRODUCCIÓN
Existen en la especie tres discursos bien
diferenciados: El ético, el estético y el lógico. Los tres han sido manipulados
y convertidos por todas las religiones y gobiernos en una serie de normas y
dogmas, que nada tienen que ver con la realidad existencial de los hombres.
Este escrito es un tratado sobre los estímulos que recibimos a lo largo del día y de la forma
que reaccionamos a los mismos sin caer en cuenta la mayoría de las veces, de
como nos afectarán en el futuro nuestras
decisiones en las relaciones personales, profesionales o en la salud.
Es un estudio ameno de la relación entre
el cuerpo físico, la conciencia, la mente y el karma, de tal manera que el
axioma hermético de: “Como es arriba es
abajo y como es abajo es arriba”, quedará sin duda con este libro
despejado.
Así mismo de la mano del lector
recorreremos los caminos que sigue el estímulo por el laberinto de nuestro
cuerpo, hasta la toma de decisiones.
Un ejercicio didáctico de
autoconocimiento remata la obra. Es un test
de valoración personal que proporcionará las claves al lector en la
búsqueda del YO.
En su mano estará utilizar en su
propio beneficio los códigos secretos de esta enseñanza.
Apocalipsis 13:18
Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número
de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y
seis.
La
estructura energética del ser humano está compuesta por 24 círculos y 36
meridianos que los cruzan, exactamente por 666 puntos.
CAPITULO I
El ser humano
Estímulo
– Máquina humana – Respuesta
Es el esquema más simple del modelo
psíquico:
Algo -estímulo- llega a la máquina -cuerpo
físico- y, suceda lo que suceda se dará una respuesta (ver fig. 1).
El estímulo se refiere a la mínima partícula material que incide en algún objeto o persona. La mínima
partícula material es un elemental que tiene o atiende nociones
de vibración y que en principio, no admite forma, es dinámico y cuando admite la forma, pasa a ser un constructor.
Referido a la máquina humana, sería la
incidencia de una partícula material en cualquiera de los cuatro ejes que
componen la máquina humana: Eje físico, eje de conciencia, eje mental o
eje kármico. Cada uno de los ejes está supeditado a una serie de
leyes.
La máquina aquí, hace referencia al ser
humano y se podría definir como la
unión de elementos simples que transforman algo en otra cosa. Está compuesta por cuatro estructuras
independientes*:
-
El cuerpo físico: Atiende a razones de armonía.
-
La conciencia: Atiende por niveles de profundidad.
-La mente: Se rige por leyes de proporcionalidad.
-El karma: Atiende a razones de espacio y tiempo.
Todas
estas partes están unidas y relacionadas entre sí de tal manera, que la
desaparición de una de ellas implicaría la desaparición de todas. El
funcionamiento de cada una de estas partes se podría explicar con el siguiente
ejemplo:
*Con el concurso de estas cuatro estructuras solamente, la
vida no sería posible sin el soporte del alma, del espíritu y de los cuatro
elementos: Tierra, aire, fuego y agua. Todo lo que existe en el Universo tiene
sal, sin esta, no existiría la vida. En este libro solo se tratan y analizan
estas estructuras.
“...Yo oigo un golpe fuerte, un vaso que cae
al suelo. El hecho de oírlo es físico, pero el estímulo que provoca es mental.
La reacción que tengo ante dicho estímulo forma parte de la conciencia, la cual
elaboró dicha respuesta en base al karma, mi línea temporal –meridiano- y mi
línea espacial –círculo-”.
Estos cuatro componentes se estructuran
a través de dos espirales que se comentan a continuación:
Primera
espiral:
La primera espiral es ascendente, gira
antihoraria y contiene dos estructuras: El “cuerpo físico” y la “conciencia”. Cada
una de estas estructuras está compuesta por 24 círculos* y 36 meridianos* que los
cruzan.
*círculo: Franja en el cuerpo
físico por la que entra, se distribuye y salen
las energías de los meridianos que los cruzan, nutriendo un sistema
físico y sus correspondencias con el resto de estructuras.
* meridiano: Un meridiano es el rastro lineal y constante, que deja en
su recorrido al atravesar el cuerpo físico, el flujo ininterrumpido de una
energía tangible. En el cuerpo físico se pueden rastrear 6 tipos de energías
simples, circulando por 36 meridianos verticales y diagonales, desde los pies
hasta la cabeza y viceversa.
Segunda espiral:
La segunda espiral es
descendente, gira horaria, y contiene también dos estructuras: La “mente” y el
“karma”. Así mismo cada una de estas, está compuesta por 24 círculos y los 36
meridianos citados.
Desde el punto de vista
cósmico, lo físico se relaciona con lo
kármico y la conciencia con la mente; pero la realidad es que todas las partes funcionan juntas y es la
atención la que hace que se manifieste una cosa u otra, en función del estímulo
(ver fig. 2).
Cuerpo físico
|
PRIMERA ESPIRAL
|
SEGUNDA ESPIRAL
|
Mente
|
Karma
|
LAS
DOS ESPIRALES
|
Conciencia
|
Mente
|
|
Karma y Cuerpo físico
|
Relación entre niveles de conciencia y estímulos.
El estímulo
intrauterino se corresponde con los niveles de sueño y semisueño. El estímulo
de la vida ordinaria corresponde a la vigilia y a la conciencia de sí. El
estímulo cósmico será la conciencia objetiva y la conciencia cósmica (ver fig.
15).
No es fácil la consolidación de un
estado de conciencia.
Relación entre
atención y niveles de conciencia
La atención dirigida al cuerpo físico
corresponde al nivel de sueño. La brutalidad y enajenación que se produce
cuando un individuo es su cuerpo y nada más, solo es comparable a las bestias.
Extrañará que digamos que la atención
dirigida a la conciencia es semisueño, pero se comprenderá fácilmente que la
atención dirigida a la conciencia, implica que esta se centre en las imágenes
internas que se producen en un continuo estímulo con el mundo, impidiendo que
la atención trabaje con otro tipo de estímulo que no sea el que procede del
intracuerpo.
La atención dirigida a la mente, es
atención con nivel de vigilia ordinario y por lo tanto, se está pendiente de lo
que ocurre a nuestro alrededor. Este sería el caso del ser social que pendiente
de los ritos y ceremonias parece que ni siente ni padece. Todo lo que le ocurre,
es perfectamente asimilado como si de un recogedor de todo tipo de sustancias
se tratara.
Si uno en vida es capaz de hacer un
primer desdoblamiento atencional, surgirá la atención dirigida al cuerpo físico
y también a la conciencia. Esto que es el principio del despertar, es una
situación que por su rareza es digna de tenerse en cuenta; alguien atento a su
cuerpo y a lo que su conciencia elabora. Las matizaciones sucesivas de lo que
uno elabora incluido lo que uno siente, llevará a la conciencia de sí, es
decir; a la sumatoria del yo y la conciencia. Este sería un ser de índole
extraordinaria y muy difícil de encontrar en el mundo… ¡Alguien dotado de
decisión propia que se ha tomado nada menos, que el permiso para pensar! Este
individuo es peligroso para el orden social y, generalmente es perseguido y
fusilado en casi todas las culturas.
Si se puede establecer una triple
división atencional y se consigue atender a la conciencia, al cuerpo físico y a
la mente, estaremos en el tipo de hombre que ya puede manejar sus contenidos y
dar una respuesta al mundo que tenga como base, lo que ocurre a su alrededor
más lo que ha reflexionado sobre los datos que le llegan. Aquí empiezan las
garantías de una conciencia objetiva que puede en un momento dado, prescindir
de lo propio y optar por el método en la toma de decisiones.
Cuatro divisiones atencionales marcarían
el mínimo de una conciencia cósmica, en la que la estructura del absoluto ya no
es ajena, y donde las decisiones tienen como base el sentido específico con el
que se opera: La acomodación a las leyes cósmicas por encima de las leyes
humanas (ver fig. 16).